Érase una vez.. 8 de Marzo

Padres de papel


"Parentalidad masculina, un bien en desarrollo"

                La paternidad es en la actualidad la bandera de batalla masculina frente al feminismo, siendo ésta su gran pérdida en la cultura del patriarcado, momento en que el hombre inhibe su emocionalidad y su contacto con la crianza, relegándose al mero hecho de la procreación y posterior rol proveedor. Ahora la red social se ven adornada de agrupaciones masculinas en buscar de encarnar su rol parental respectivo, a través de los cuidados compartidos y de la búsqueda de espacios para la crianza, instancia que en los menos de los casos es restada a modo de castigo lapidario femenino, pero aquellos hombres siguen siendo una minoría, pues dichos patrones de conducta, han variado mayoritariamente en el discurso más que el hecho mismo.

              

                     Eso de ser padre de fin de semana, facebookpresente, fotogénico y muy divertido, ese que hace los mejores regalos de navidad y cumpleaños, puesto a que emplea la mayor parte de su tiempo trabajando para producir los recursos económicos necesarios, pero …. ¿necesarios para quién?  ¿cuántas de esas madres crían con total tranquilidad económica a sus hijos?

Según un estudio de la universidad de Chile: El 60% de los demandados por pensión alimenticia no paga este derecho a sus hijos. EL Registro nacional de deudores alimentarios toca a todas las clases sociales y, para las más desfavorecidas, acentúa las inequidades.

                A nivel país nos encontramos en una crisis de natalidad y nos preguntamos a diario el porqué, siendo fácil responder que la educación, la salud, la vivienda y los servicios no dan abasto para brindar la calidad de vida que la población espera.  Los tiempos ya no son los de antes, cuando la crianza comunitaria permitía criar a 10 por el precio de 1, las necesidades ya no son las de antes, ni lo son tampoco los recursos, como ese recurso humano invaluable, llamado madre a tiempo completo, a cuerpo completo, a vida completa, como mi abuela con 15 hijos nacidos, ocho hijos vivos y una larga vida sin vida y el hombre  donde estaba? …Trabajando por supuesto, desarrollándose, recreándose, amando, creando, viviendo.

                Lamento si continuó dudando e insistiendo … pero sigo manifestando que no es una práctica de antaño, que no hemos avanzado tanto y discúlpenme por la cita.. …pero una vez, no hace mucho pregunté en un taller si las mujeres estábamos genéticamente diseñadas para criar y la respuesta unánime de 25 personas (hombres y mujeres) fue que SI…

                Esa es la respuesta a mis inquietudes, dolores uterinos y del alma. Chile cree que por parir y amamantar las vidas humanas, su desarrollo y más allá de él, su formación y crianza es responsabilidad femenina, por eso somos un lastre social, más caras en la salud, menos empleadas y más juzgadas cuando queremos ser amadas y ser pareja por  segunda vez, con hijos de una y no de aquel. Y ese es otro tema, porque los hijos pasan rápidamente a ser apañados por el parejo de su madre, porque para los hombres parecen ser válidos los hijos según la madre y su valoración respeto de ella.  Y  ¿quién les enseñó esa valoración a nuestros hombres?, pues sabemos que nosotras mismas las mujeres y aunque mi género me reproche esta crítica, yo madre de un hermoso macho de este siglo, exijo mi derecho a la igualdad desde la crianza, desde las muñecas para ambos sexos, desde la emocionalidad humana que permite empatizar con nuestras  crías, empatía que  si no es  educada,  es castrada, que si seguimos cargando con una responsabilidad que es común, igualitaria e inconmensurablemente necesaria para ambos, dejaremos de parir crías que nos encarcelan socialmente como víctimas y no como madres parte de un proceso de hermoso  aprendizaje mutuo, de crecimiento social y de vida en familia, como un todo parte del amor,  independiente de la vida en pareja y entendida como una responsabilidad  intrínseca al nacer e independiente de nuestro género, rol o condición.

 
María Pilar Ferrada Peña